No se tiene noticia exacta del momento de su construcción, pero a buen seguro que los Condes de la Calzada vieron la importancia de procesar la buena producción de  aceitunas de la Serrezuela sobre todo.

De hecho, desde que se tienen descripciones del pueblo, desde 1791, ya aparecen dos molinos de aceite, uno de ellos podemos suponer que es este.

Disponía de una piedra cónica que rotaba sobre una base circular, también de piedra, sobre la que se echaban las aceitunas.

Un complejo sistemas de engranajes la movía mediante tracción animal.

Se puede apreciar en el interior de la torre gran parte del mismo, casi todo en madera que se acopla en los huecos dispuestos en la piedra para ellos.

También una pintada que parece tiene muchos años que pone "Juan" y después hay algunas letras mas que se identifican peor.

La torre es la parte que mas sobresale, visible a gran distancia y con el aspecto de un centinela parece vigilar el acceso a la población. tiene un artístico pináculo en el remate del tejado a cuatro aguas que lo protege.

Una veleta y una cruz a modo de alcántara rematan el conjunto

La nave es amplia y muy alta; después de la buena restauración que se realizó recientemente se conserva en muy buen estado.

El complejo del molino abarcaba otras construcciones anexas que daban los servicios, y el almacenaje necesario para el funcionamiento de la industria.

La buena construcción es general en cada detalle, la fábrica es de sillares de granito, todos bastante grandes.

Ello le da una consistencia grande y una apariencia de irrompible. Un arco realizado en la mitad de la nave sirve de apoyo a la estructura del tejado.

El interior también desprende buenas sensaciones: belleza y utilidad se fusionan para crear un espacios de múltiples usos.

Hoy es el Hogar de Mayores, con un bar, aunque actualmente está cerrado.

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